Digan lo que digan nunca se madura lo suficiente como para dejar de sufrir por amor.
Cuando quieres a alguien de verdad, cuando empiezas a acostumbrarte a llegar a casa oliendo a esa persona, a sus defectos, a su risa nerviosa cuando está contigo, a sus formas de hacer especial los momentos...cuando te acostumbras a todo eso, es difícil, imposible que no te duela cuando te falta.
Supongo, que tengo que seguir así, fingiendo que no me duele estar sin tí, que puedo con esto. Supongo también que hay gente que no me entiende, déjame decirte que ellos no comprenden nuestra historia. No saben como me besabas. No ha visto como me mirabas. No han escuchado latir tu corazón cuando estabas conmigo. Y lo peor es que yo tampoco voy a volver a saber como me besas, como me miras y como late tu corazón.
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