Vivir anclada al pasado nunca fue bueno, pero no soy capaz de vivir sin tu recuerdo.
Yo era solo una niña con ganas de tí y tú tenías ganas de comerte el mundo, pero con el paso del tiempo yo fui perdiendo mis ganas de ti, ya no eran las mismas, o eso creía y tu las ganas de comerte el mundo. Odio haberme separado de ti, odio no sonreír desde que decidí pasar de ti. Tomamos una decisión, ir cada uno por nuestro camino, no volver a cruzar las miradas. Reprimí mis ganas de verte con meterme en mi cama y dormir y así no poder salir corriendo hacia tí. Y ahora soy feliz recordando lo vivido, soñando contigo, averiguando en sueños como sería nuestra vida si tú siguieras con ganas de comerte el mundo y yo... yo nada, sigo con ganas de ti.
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